¿Es hora de cambiar las variedades de uva de mesa?


La industria frutícola sabe que para triunfar en los mercados debe escuchar sus requerimientos, entre los que el calibre y que la fruta no se parta, han tomado cada vez mayor relevancia. Así es que el recambio varietal surge como una necesidad evidente en distintas especies, pero particularmente en la uva de mesa. Si entre sus variedades hay una que ha dado que hablar respecto a su cambio, esa es precisamente Flame.
“Hay variedades como Flame que yo creo que no tienen nada que hacer en el mercado por rendimiento, postcosecha y partidura. Y el mercado no sólo lo está pidiendo, sino que lo está gritando con fuerza”, comenta el asesor Martín Silva, quien participó de la tercera versión de Expovid. Ante este escenario es que han surgido distintos programas pero que en general se han orientado a momentos de la mitad de temporada y hacia el final de esta, lo que ha hecho que se cuente con variedades de alta productividad pero tardías.
“Chile entero no puede moverse hacia atrás y no podemos empezar nuestros packing tarde porque sino no tenemos gente. Necesitamos variedades tempranas y de media estación”, agrega Silva. Es bajo este panorama que aparece Tawny Seedless, una variedad sudafricana de Lombardi Genetics que según los expertos podría presentarse como una alternativa.
OPCIÓN DE MAYOR CALIBRE
Temprana -Flame más cinco días-, roja, sin semilla, crocante, de sabor neutral, alta fertilidad, con buena vida de postcosecha, sin partidura por lluvia y con un calibre natural de 18 mm, que con gilebérico puede llegar a entre 20 y 24 mm. De esta manera describen a Tawny Seedless en Sudáfrica, donde a la fecha hay entregadas 1.170.000 plantas y 657 hectáreas plantadas. En base a todo ello y los viajes que los expertos han realizado a este destino es que la consideran una buena variedad para producir en Chile, pero además para contar con una opción a Flame.
“Yo creo que tenemos una muy buena alternativa. Tenemos un tremendo problema en la III y IV región, que concentra alrededor del 60% de la Flame chilena y lamentablemente no podemos entrar al mercado con 16 o 18 mm; con partidura y un raquis café cuando nos está esperando fruta americana, peruana e incluso brasilera de 22 o 23 mm. El consumidor norteamericano ya no consume fruta de 16 mm. La fruta mediana en este mercado se está despidiendo y la Flame es pura mediana”, profundiza Silva.
Más allá del calibre, según consigna el experto, otros aspectos que juegan a favor de esta variedad en comparación con Flame es su mayor productividad, la tolerancia a la lluvia, su superioridad en postcosecha, tanto en raquis como en pudriciones y que colora con mayor facilidad. A favor de la Flame hay que destacar su mayor crocancia.
Así las cosas, se trata de una variedad representada por ANA que está comenzando a plantarse comercialmente en Chile (este año se plantarán 35 hectáreas en manos de distintos productores) y cuyo modelo de negocios es abierto pero de plantación controlada. Ello quiere decir que en un inicio no tendría una limitación de superficie y que va a estar sujeta a un pago de royalty por planta y a otro en base a producción. Según explica Andrés Valdivieso, ejecutivo de negocios de ANA, en el primer caso se va a cobrar US$ 1 más un fee de propagación, valor que si bien aún no está determinado, debiera ser entre 40 o 50 centavos adicionales. En tanto, el segundo valor, será de 9 centavos por cada kilo de fruta producido.
SIN PARTIDURA
Bajo el panorama que enfrenta Flame a nivel nacional, surge otra variedad, también de origen sudafricano, que se podría plantear como una alternativa. Se trata de Fire Star, la marca comercial de la variedad Icon, que en Sudáfrica alcanzaba al 2017 las 200 hectáreas plantadas y en Chile, 73. Ésta corresponde a una de color rojo, con buena madurez, un tamaño entre 16 y 22 mm y con fecha de cosecha Flame con 18° Brix. Al tener estas características se podría cuestionar si se parte o no.
Diego Bustos, jefe de Productos Vides de ANA, recuerda una serie de mediciones que se hicieron de ambas variedades cuando dos días antes de la cosecha cayeron 8 mm de agua. Tras medir los grados Brix los resultados arrojaron que Fire Star se partió un 0,4% versus Flame que lo hizo en un 14,9%. “Yo creo que de todas maneras es una muy buena alternativa. Comparte atributos como la fertilidad pero supera ampliamente en la tolerancia a partidura, son cifras completamente distintas que tienen incidencias en el costo de producción”, indica.
A la hora de optar por Tawny o por Fire Star, Bustos señala que se trata de dos variedades complementarias. Y es que se debe captar gente y tener un flujo dentro del packing. “Creo que es una muy buena idea partir con una Fire Star, que te va a dar diez días de inicio de cosecha, y cuando estés terminando comienzas con Tawny. Creo que ambas son dos muy buenos complementos, que producidas de la mano pueden entrar para el nicho de las variedades rojas tempranas”. Ante todo este escenario el cuestionamiento que se hace el asesor Dragomir Ljubetic es si efectivamente vale la pena reemplazar a Flame. “Cuando uno dice ésta produce tres mil cajas, calibre 20-21 y tengo una variedad que produce 3.500 cajas calibre 21-22 y que no se parte, mi pregunta es: ¿la tengo que reemplazar porque tengo una variedad que no posee su problema o debo poner una que sea absolutamente potente? Yo la voy a cambiar cuando haya una variedad que produzca 3.800, 4.000 cajas de muy buen calibre, de muy fácil manejo y que no se parta”. Y es que el problema para este experto es que igualmente se va a contar con una competencia mundial de variedades tardías que al tenerlas más tempranas se encuentran con Flame o su reemplazo.
“Tiene que ser una variedad potente en su mérito, tan buena como todas las tardías. De lo contrario no tiene sentido. Tawny y Fire Star están pensadas en el reemplazo de Flame, pero ahí me hago la pregunta: ¿Reemplaza a Flame porque no se parte? No, la reemplaza porque tiene 23 mm, porque toma full color, produce cuatro mil cajas por hectárea y tiene fácil manejo. Eso es lo que tenemos que abordar. Todavía estamos en una etapa inicial para decir hay un reemplazo definitivo. No es una por otra, es una mucho mejor que la otra porque así compito con variedades tardías de Perú y Copiapó”, sintetiza.
MADE IN CHILE
A Chile le falta por avanzar en cuanto al recambio de variedades, pero también en lo que a material genético se refiere. En este sentido y hablando de la uva de mesa, destaca Iniagrape-one, la primera variedad made in Chile. Desde el 2012 hasta la temporada pasada se ha validado que se trata de una variedad negra, sin semilla, con una forma de racimo cónica y con una fecha de cosecha de media estación.
Así lo explica Felipe Bonelli, gerente general de Viticultura y Fruticultura Asociados, quien también se refirió al ajuste de carga y arreglo de racimo. Respecto del primer punto señala que se debe buscar un potencial de 3.500 cajas en adelante, por lo que en preflor se ajusta la carga a un racimo por brote y la recomendación pasa por dejar como máximo tres racimos por cargador. En cuanto al arreglo de racimo advierte que se debe contar con un máximo de 100 bayas por racimo. “Cuando tenemos 120 o 130 vamos a sacrificar calibre, por lo que el ideal es 90 bayas”. Pero un punto que destaca de esta variedad es su buen sabor lo que se atribuye a la buena relación sólido soluble/acidez. Para resaltarlo es que se busca un nivel de sólidos solubles de más de 21° Brix y con una acidez de 0,7%, consigna el experto, y agrega que en el fondo lo que se busca es obtener valores de la relación azúcar-acidez mayores a 35. A juicio de Dragomir Ljubetic se trata de una variedad a la que le va a tocar una gran competencia dado que al esperarla para que obtenga más crocancia, sabor y firmeza, termina siendo dos semanas después de Thomson, época en la que van a caer varias variedades nuevas de color negro como Sweet Favor o Sweet Joy. Así, el punto que le ve a su defensa es precisamente que se trata de una variedad más rica de comer, por lo que hay que potenciar el sabor. “Se deben hacer los trabajos de luz y manejo para que se ponga más firme y crocante y que por sabor pase por encima o compita en una línea distinta a todas estas negras que vienen, que son altamente productivas, no de un excelente sabor pero más crocantes y firmes”, indica.
DE INIAGRAPE-ONE A MAYLEN
En abril de 2012 se lanzó comercialmente la variedad Iniagrape-One. De ahí en adelante se continuó su desarrollo comercial y ya en 2013 comenzó la plantación en huertos comerciales. Hoy además se llega a conocer como Maylen, su marca comercial, que en mapudungun significa princesa, mujer poderosa, noble e inteligente. “Esto viene a coronar y retribuir todo el trabajo hecho por el equipo de investigadores que lograron sacar esta variedad y que ha sido exitosa. En estos procesos de mejoramiento surgen muchas variedades, muchas líneas, que a veces pueden ser miles pero son muy pocas las que finalmente llegan a lo que hoy estamos lanzando”, señala Enrique Stange, jefe nacional de Transferencia de Productos Tecnológicos de INIA.
La industria de la uva de mesa ha dado que hablar en Chile, no sólo por sus tareas pendientes, sino que por la calidad de sus productos. Es hora de realizar los cambios necesarios para que este sector siga posicionándose como lo ha hecho hoy Maylen.