Los últimos días han sido todo un reto para Chile y nos pilla un tanto descolocados. Si bien es cierto que hemos avanzado mucho en el ritmo de vacunación, también hemos retrocedido en el control de la pandemia llegando a cifras récord, que superaron ya con creces las peores cifras de mediados del 2020. Esto ha provocado una vuelta indefinida hacia el confinamiento de más del 70% de la población, y a pesar de que después de haberse cumplido un año de lucha contra la pandemia el ánimo a ratos flaquea, debemos estar optimistas porque esta es una situación entendible desde lo netamente epidemiológico, y si bien es preocupante para la economía, según los expertos, serán cifras pasajeras.

Gran parte de la responsabilidad la tenemos nosotros mismos. Durante los tres meses de verano, se relajaron las medidas personales de cuidado, sobre todo en los lugares de vacaciones. Le dedicamos más tiempo a la recreación, a salir a exteriores, a juntarnos con amigos, cuando la vacunación recién había comenzado los últimos días de diciembre. Al cierre de esta edición y después de más de tres meses de haber comenzado el proceso de vacunación, hemos alcanzado los casi siete millones de vacunados. Sin embargo, de este total, sólo cuatro millones han adquirido la inmunidad total, es decir, transcurridos diez días después de la segunda dosis de la vacuna, fecha en que se adquiere la inmunidad efectiva.

Si bien es cierto que las medidas de restricción nos ayudarán a bajar nuevamente la velocidad de contagio, lo que más reforzará y controlará será la llamada “inmunidad de rebaño” (herd immunity) o inmunidad grupal o comunitaria (que es la base ética para respaldar la obligatoriedad del proceso de vacunación). A nivel estadístico global, su efecto comenzará a sentirse, según lo que Israel está experimentando al día de hoy, recién habiendo llegado entre 40 a 45% de la población con inmunidad efectiva. Esto en Chile se alcanzaría pasados los 6,5 millones de inmunizados efectivos, lo que, según un estudio de la Universidad de Chile publicado hoy, se alcanzaría alrededor del 15 de mayo.

La evidencia sobre los efectos de la vacunación permite prever una fuerte baja en las restricciones durante el segundo semestre de este año, lo que implicaría una recuperación del nivel de actividad económica por sobre lo esperado. La actividad global también se ha recuperado más rápido de lo previsto, dando paso a un notorio mejoramiento en el nivel de intercambio comercial internacional, lo que además beneficia a la economía chilena y sus expectativas. A su haber, el precio de los alimentos y commodities a nivel global está en el máximo de los últimos seis años comenzando lo que se supone sería su próximo ciclo de alza. El precio del cobre se sitúa dentro de niveles nunca previstos para estos años, cerca de los cuatro dólares por libra. El dólar se sitúa en un punto de equilibrio, con un buen nivel como retorno a los exportadores. La meta de inflación controlada dentro del rango de 3% para el año 2021 y el índice de desempleo bajando progresivamente. Son sin duda buenas noticias que nos cuesta visualizar desde el fondo del pozo Covid-19.

En Chile, fundamentales actores en este intercambio comercial a nivel agrícola, son las exportadoras que prestan un servicio fundamental al agricultor que descansa y confía en ellas su gestión operacional y comercial para la venta de su fruta. En esta edición, presentamos una serie de notas relacionadas al tema y los problemas que han debido superar en los últimos meses de pandemia y eventos climáticos.