La tecnología Dropcontrol, desarrollada por Wiseconn para la optimización de la gestión del agua en campos agrícolas, llegó 10.000 unidades conectadas de manera continua en esa plataforma. Esto, a diez años que esta herramienta fuera lanzada al mercado por la firma chilena.

De esta forma, la firma marca un precedente, transformándose en una de las empresas con más dispositivos conectados a la nube en la industria agrícola a nivel mundial. Para Guillermo Valenzuela, presidente de Wiseconn USA, “es un hito muy importante dado que válida la consolidación que logra la empresa en el mercado, además de validar la robustez y beneficios de la tecnología”.

Con esta primera década de existencia de Dropcontrol, Wiseconn hace un positivo balance de su implementación en la que el objetivo principal ha sido la optimización del recurso agua.

“En términos generales, como balance podemos decir que hemos logrado ayudar a producir más alimentos con menos recursos, especialmente el agua. Esta fue una de las consignas al momento de desarrollar los productos, y hoy el impacto que estamos generando con la tecnología es tremendo”, recalca Valenzuela.

En concreto, en una década, Wiseconn ha llegado con su tecnología Dropcontrol a 100.000 hectáreas, 1.500 bombas y 25.000 válvulas automatizadas. En promedio los campos reportan ahorros de entre un 20-30% de agua y energía, generando aumentos de producción de 5-10%.

Las principales características de la implementación de Dropcontrol se ha basado principalmente en el tiempo que ha demorado y los cambios estructurales que se han realizado para su puesta en marcha.

“Ha sido un proceso que toma tiempo, pasando de procesos completamente manuales, a la implementación de tecnología y cambios estructurales en el proceso, entrenando a los trabajadores de terreno, ayudando a los encargados agrícolas a tomar las decisiones y apoyando a la gerencia en lo que es contabilidad y reportabilidad para el tema de regulaciones”, enfatiza el presidente de Wiseconn USA.

PRÓXIMAS MÉTAS

Para los próximos tres años, la meta de Wiseconn es llegar a los 25.000 dispositivos conectados, expandiéndose al mercado europeo, “que es muy importante a nivel mundial”, recalca Guillermo Valenzuela. “Además de eso, la idea es consolidar alianzas estratégicas que nos permitirán ser parte de los grupos de empresas de Agtech (technologies agricola) más importantes del mundo”, agrega.

PROCESO DE AHORRO

Para los clientes, la implementación de esta tecnología de automatización “ha permitido pasar de un proceso de riego ineficiente, repitiendo lo que se hacía hace años, por un proceso de riego que incorpora ciencia para la gestión de agua en campos”, sostiene Guillermo Valenzuela. En cifras promedio, algunos campos riegan entre 20% y 30% menos, con casos extremos donde los ahorros alcanzan el 50%.

EL AGUA EN LA BOLSA DE NUEVA YORK

A fines de diciembre, el agua fue transada en el mercado de futuros de la Bolsa de Nueva York a US$486,5 registrando una ganancia de 1,06%. Esto, bajo el índice Nasdaq Veles California Water Index que opera desde 2018 y que es el encargado de marcar los precios de los futuros del agua basado en las cinco principales zonas de California con mayor volumen de transacciones de este tipo.

Cabe señalar que esta transacción comprende contratos sobre los derechos de uso del agua, solo en California y por un periodo de tiempo definido. Para Wiseconn, esta transacción en bolsa ha influido poco en el proceso de crecimiento de Dropcontrol, dado que esta operación lleva poco tiempo.

“Lo que si ha sido significativo es que ahora se pueden cuantificar los ahorros en pesos. A modo de ejemplo, un cliente llego a la conclusión de que estaba ahorrando un acre pie de agua por acre (unos 326,000 galones), el cual tiene un valor de unos US$486”, sostiene Valenzuela.

En otras palabras, se están generando ahorros en ese campo de aproximadamente 80 acres de unos US$40.000 por temporada, solo en agua.

Más de sesenta años han pasado desde que los rusos pusieran en órbita el primer satélite artificial del mundo, el ya célebre Sputnik. Utilizados primero con objetivos estratégicos, tal vez nadie imaginó cuán útiles podrían ser para la agricultura. En sus orígenes la teledeteccion no ofrecía muy buena resolución y era una herramienta demasiado costosa como para ver un predio. El tiempo, como con muchas otras tecnologías, permitió que su uso se masificara y así hoy en día está al alcance y resulta de enorme utilidad.

“La tecnología fue evolucionando y, entonces, se abrió la información. Luego, empezaron a entrar los drones y, ahora, hasta se puede trabajar vía celular con una cámara multiespectral en un invernadero”, afirma Stanley Best, director nacional de Agricultura de Precisión del INIA.

Con sistemas hiperespectrales de múltiples bandas, la tecnología a nivel predial ha ido progresando hasta, en la actualidad, visualizar todo tipo de problemas. Con el Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada, también conocido como NDVI por sus siglas en inglés, hoy es posible hacer un diagnóstico práctico y preciso de la salud vegetal.

Hay que dejar en claro que la telemetría es la medición de variables climáticas o de suelo a distancia y que, con ella, es que se relaciona de alguna forma la teledetección, porque se mide desde un sensor montado en un satélite. “La teledetección se conoce como la técnica de recibir información de un objeto por medio de sensores, sin estar en contacto físico directo con él. En tanto, la telemetría es la capacidad de obtener una serie de datos del objeto, por medio de teledetección”, aclara el director del Departamento de Ciencias Geográficas de la Universidad de Playa Ancha, Carlos Romero.

En este contexto, los sensores multiespectrales nos permiten obtener información en distintas resoluciones espaciales y temporales, que pueden generar información útil para la gestión en agricultura. “Los avances tecnológicos han permitido miniaturizar estos sensores y con ello instalarlos en plataformas aéreas no tripuladas (drones), lo que ha permitido mejorar la resolución espacial de los datos y autonomía en la frecuencia en la toma de los mismos”, añade el profesor Romero.

EL PODER DE LA INFORMACIÓN

Entre los sensores más utilizados están los multiespectrales (fuera del rango visible), que permiten identificar el estado de la vegetación, y los sensores láser (Lidar), que generan información útil con respecto a la morfología de las especies, topografía de detalle y capacidades de mediciones de volumen. Pero, donde ha habido mayor desarrollo, según Rodrigo Ortega, académico de la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM) y creador del Centro Avanzado de Gestión, Innovación y Tecnología para la Agricultura, ha sido en la gestión hídrica. “No solo nos ayuda a saber cuánta agua aplicar, sino también cómo regar. La estación meteorológica puede decirnos cuánta agua, pero, para saber cómo llegar, se utilizan sensores localizados en el suelo que miden cómo va cambiando la humedad, lo cual permite tomar decisiones de manera más eficiente”, detalla.

En definitiva, conectamos datos con instrumentos instalados en el campo, los que se transmiten a distancia hacia un servidor para ser procesados, sin necesidad de tener que ir a terreno. Si bien, la telemetría más antigua se hacía vía radio, hoy día existen muchos equipos que funcionan a través de un chip de celular, el cual se conecta al sensor para que, a través de la señal, los datos viajen a un servidor. A la estación meteorológica se le instala el chip, que se conecta con la nube y, gracias a los teléfonos inteligentes, podemos acercarnos a una estación y bajar los datos en tiempo real, desde cualquier lugar del mundo.

“Ahora hay otros protocolos de transmisión de datos de corta distancia que permiten armar redes de sensores en el campo. Son tecnologías inalámbricas que se comunican y, además pueden mandar esa información a un servidor”, describe el investigador de la UTFSM.

COLORES Y MATEMÁTICAS

La tecnología hoy nos permite comparar matemáticamente la cantidad de luz roja visible absorbida y la luz infrarroja cercana reflejada, considerando que el pigmento de clorofila en una planta sana absorbe la mayor parte de la luz roja visible, mientras que la estructura celular de una planta refleja la mayor parte de la luz infrarroja cercana. “Si refleja mucho rojo, la planta tiene algún problema fisiológico que puede ser agua, plaga o fertilizante”, explica Stanley Best.

Los resultados del NDVI se presentan como un mapa de colores, donde cada color corresponde a un cierto rango de valores.  De esta manera, es posible apreciar las diferencias de vigor por efectos climáticos o de plagas, evaluar el suelo y el riego. “El verde oscuro muestra que hay un buen desarrollo del cultivo. Al ver las diferencias que tienes dentro del predio, puedes focalizarte donde se están generando los problemas para saber dónde mirar”, argumenta el director nacional de Agricultura de Precisión del INIA.

Pero para que todo esto funcione, se necesita un ecosistema tecnológico integrado y, en este aspecto, la capacitación es clave. No basta con contactar a la empresa que vende el satélite y al que vende los sensores de humedad y fertilidad. Todo debe interactuar en un solo lugar, tal como sucede en el panel de control de un automóvil.

En este sentido, el investigador Rodrigo Ortega, reconoce un obstáculo en la formación de las personas. “Por un lado, hay que entrenar al personal que está en el campo para que conozca sus ventajas y desventajas; y, por otro, no ha habido suficiente extensión de parte de las empresas, ni de los centros de investigación o las universidades para explicar las ventajas de la tecnología. Falta masa crítica en la formación para el uso de las tecnologías”, afirma.

Y, así como hay fanáticos de la tecnología que tienen toda la casa tecnologizada, en Chile, hay campos con varias aplicaciones, pero falta más conocimiento. En esto coincide Samuel Ortega, director del Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología (CITRA) y académico de la Universidad de Talca: “estamos generando mucho dato, pero no estamos generando conocimiento. El dato se debe procesar, interpretar, para que después me permita tomar decisiones”, señala. En su opinión, hay falta de capacitación a todo nivel, desde el profesional hasta el agricultor.

Otro detalle importante en telemetría es la representatividad, porque en un campo de diez hectáreas un sensor no es representativo. “Un sensor puede costar entre mil y dos mil dólares, pero ya hay alternativas brasileras de buena calidad a valores de 450 dólares por sensor, es decir, están bajando fuertemente. La mayoría son norteamericanos o europeos, pero el precio también tiene que ver con la cantidad”, señala el profesor de la UTFSM, Rodrigo Ortega.

En este ámbito, se abren grandes oportunidades para la ciencia y la innovación, no en el desarrollo de equipos, sino más bien en la interpretación de datos. “Una cosa es capturarlos y, otra, es convertirla en algo útil para el productor. Ahí hay bastante espacio para innovar. Usar estos sensores y a partir de estos datos generar información para que el productor pueda tomar decisiones como, por ejemplo, un mapa de humedad para que opte por regar en un lado y no en otro”, sostiene el investigador.

LA AGRICULTURA DEL FUTURO

La agricultura de precisión combina las técnicas de observación satelital y aérea (drones) de los cultivos, para generar información relevante de los balances hídricos locales y controlar parámetros de entrada como precipitación y humedad del suelo. Así, es posible reconocer y cuantificar de mejor manera la salida evapotranspiración (requerimientos) y, con eso, mejorar la gestión hídrica de los cultivos.

“Ya estamos usando sensores para medir conductividad eléctrica, pH y otros nutrientes del suelo. A futuro vamos a tener diferentes sensores, algunos directos, otros remotos. Podremos tener un campo lleno de sensores, pero esos datos alguien tiene que convertirlos en algo útil”, enfatiza el académico de la UTFSM.

Según el director del Departamento de Ciencias Geográficas de la Universidad de Playa Ancha, Carlos Romero, los sensores montados en plataformas aéreas no tripuladas, podrían generar datos a escala de detalle, que permitan reconocer los requerimientos hídricos a escala de individuo. “Ese es su mayor potencial hoy en día, ya que contribuyen a una gestión eficiente del uso del agua”, argumenta.

Por su parte, el profesor de la Universidad de Talca, Samuel Ortega, explica que la telemetría se está usando, principalmente, para el monitoreo de los caudales de los ríos. Además, hay proyectos en la Región del Maule donde se utiliza esta tecnología tanto para monitorear la acumulación de nieve en la cordillera, como para monitorear los canales y napas. “Si me preguntan cuál es el sistema más eficiente para transmisión de datos, para mí es la tecnología celular que tiene un costo bastante razonable y funciona muy bien en las zonas donde hay buena señal”, dice.

En el CITRA de la Universidad de Talca llevan más de 25 años trabajando en gestión hídrica y los ahorros de agua alcanzados van desde un 30% a un 70%, gracias a la programación del riego adaptada a las condiciones del suelo, al clima y la planta. “Un caso es el de un campo de maíz donde el agricultor aplicaba 21 mil metros cúbicos por hectárea por temporada y nosotros lo bajamos en surco a 15 mil metros cúbicos, es decir, hubo un ahorro de 6 mil metros cúbicos de agua por hectárea por temporada, lo que es muy importante, y en viñas y olivos tenemos ahorros de entre 30% y 40% también”, relata el académico Samuel Ortega.

Asimismo, en los cultivos regados por goteo como son huertos, viñedos y campos de maíz regados por pivote, al ahorrar agua se ahorra también energía. “El resultado en dinero es un ahorro de U$200 por hectárea por temporada. Al hacer un riego apropiado si se multiplica esto por mil hectáreas durante diez años, es una cantidad tremenda de dinero que se logra ahorrar con optimizar el agua”, agrega el docente.

Además, un cierto estrés hídrico se refleja en una mejor calidad de los vinos y, en este sentido, botellas que podían costar U$1 subieron a U$20 gracias a la interpretación de datos, dice el profesor de la Universidad de Talca, cuyo trabajo abarca manzanos, avellanos europeos, uva vinífera, olivos, arándanos, maíz, y frambuesos. En todos, se han logrado importantes avances en la optimización del agua, al utilizar de forma correcta la tecnología.

Sin embargo, a juicio del académico, falta incentivar una política de manejo sustentable de los recursos, ya que se han visto casos donde, después del trabajo de gestión hídrica en el campo, el agricultor planta más hectáreas, lo que genera un problema de exceso de plantación y recursos. “Tenemos que hacer un manejo sustentable, ya que desde el punto de vista ecológico no es bueno y este es el mensaje: fomentar el manejo sustentable del recurso hídrico si queremos adaptar la agricultura al cambio climático; de otro modo agotaremos los valles. Esta es la única forma de mantener nuestra agricultura para el futuro”, concluye el director del Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología de la Universidad de Talca.

Los mercados en los cuales se mueve la fruta son cada día más exigentes en temas de calidad, precio y formas de producción. Sumado a esto, el mundo se encuentra en un proceso de gran desgaste de recursos naturales. Por lo tanto, es importante adoptar tecnologías de producción que permitan el monitoreo y control de algunas variables para avanzar hacia la sustentabilidad de los sistemas.

Por otro lado, y no menos importante, el desperdicio de alimentos y desechos emiten alrededor de 4,4 giga toneladas equivalentes de CO2 al año, lo que significa una huella de carbono de más del 8% de las emisiones globales de efecto invernadero. Asimismo, el desperdicio de recursos económicos llega aproximadamente a los 800 billones de pesos (CLP).

La telemetría para la agricultura de precisión es una alternativa para reducir el desperdicio de alimentos, ya que permite hacer un seguimiento de los procesos y generar data a largo plazo para un posterior análisis. Este tipo de tecnologías funcionan a través de sensores y detectores encargados de proporcionar las señales eléctricas para la medición remota de distintos tipos de equipos de medición, sean analógicos o digitales, haciendo posible la disponibilidad total de todas sus variables de medición y control las 24 horas del día y los 365 días del año. Estos sistemas permiten realizar estudios para la toma de decisiones, planificar proyectos o tareas de mejoramiento en los procesos con lo cual se puede reducir el impacto en el medio ambiente y reducir los costos de producción.

Se podría decir que a nivel de campo hay cuatro variables importantes, necesarias y muy útiles de manejar por medio de tecnologías con telemetría: el clima, el gasto energético, el agua (y por lo tanto el riego) y la fertilización/fumigación y con ellas la nutrición/ manejo de las enfermedades. Algunas de las tecnologías más conocidas son las estaciones meteorológicas, el control y monitoreo de riego, las sondas de humedad de suelo, tractores automáticos y la teledetección por medio de imágenes aéreas.

Se sabe que ya muchas empresas agrícolas han decidido invertir en tecnologías de telemetría en riego, aunque sean un tanto caras, dado que su aplicación se traduce en un retorno a la inversión entre 1-3 años, generado por el aumento en la producción de al menos un 10% con el uso de sensores de humedad de suelo, un 20% ahorro en energía y un 10% de ahorro en mano de obra por liberación de tiempo, según indica Tomás Vicente, Gerente Comercial de WiseConn.

Por su lado, las estaciones meteorológicas son una excelente alternativa para realizar monitoreo y predicción de heladas y altas temperaturas, lo que permite tomar las medidas necesarias a tiempo para salvaguardar al máximo la producción.

Las imágenes satelitales, por su parte, permiten identificar la intensidad de la radiación de ciertas bandas del espectro electromagnético, con lo cual se puede calcular el NDVI (Índice de vegetación de diferencia normalizada), usado para estimar la cantidad, calidad y desarrollo de la vegetación, lo cual es necesario para estimar la producción y determinar a tiempo si existen deficiencias de nutrición o enfermedades en las plantas.

Según Juan Pablo del Pedregal, gerente de la consultora Dinámica Ambiental, las plantas absorben radiación solar en la región espectral de radiación fotosintética activa, la cual es usada como fuente de energía en el proceso de fotosíntesis. Las células vegetales han evolucionado para dispersar la radiación solar en la región espectral del infrarrojo cercano, la cual lleva aproximadamente la mitad del total de la energía solar. Estas reflexiones espectrales son en sí cocientes de la radiación reflejada sobre la radiación entrante en cada banda espectral individual; por tanto, éstos toman valores entre un rango de 0,0 a 1,0. Se ha podido probar que el NDVI está directamente relacionado con la capacidad fotosintética y, por tanto, con la absorción de energía por la cobertura arbórea.

Además del  NDVI existen otros índices de vegetación que también funcionan como estimadores de cambios de diferentes tipos de cobertura vegetal. Entre ellos se encuentran el  Índice de Estrés Hídrico (MSI), el  Índice de Vegetación Ajustado al Suelo (SAVI) o el Índice de Vegetación Mejorado (EVI).

Con el vuelo de un dron sobre un campo productivo, se puede detectar si el suelo no tiene suficientes nutrientes, o si los cultivos tienen exceso o defecto de riego, lo que permite alertar al productor y crear un informe completo sobre las necesidades específicas de dicho campo, dice Juan Pablo.

Por lo tanto, estas imágenes aéreas y los índices de sus análisis ayudan a los agricultores a ver falencias que pueden no ser capaces de advertirse con regularidad, especialmente si tienen grandes extensiones de cultivos. Esto supone una reducción de los costos y un avance en la calidad de la producción y ejecución de las labores por parte del agricultor.

En general, la aplicación de estas tecnologías con telemetría tiene un costo alto, pero se ha comprobado que los productores recuperan su inversión y rentabilizan lo invertido, ya que logran optimizar el uso de los recursos disponibles para obtener los frutos esperados.

Sin duda estas soluciones ayudan a cuidar y proteger recursos esenciales, como el agua y la energía, y además disminuye los costos de emergencias o mantenimiento gracias al monitoreo y seguimiento de los sistemas. Asimismo, permite el ahorro de tranportes si es que los puntos críticos de medición se encuentran en zonas lejanas, difícil acceso o difíciles de captar.

A medida que las empresas agrícolas crean ambientes tecnológicos que combinan sensores, drones y otros equipos de precisión a distancia, de la mano de la automatización y la conectividad, los agricultores tomarán decisiones de producción más inteligentes, aumentando los rendimientos de las cosechas y haciendo que los huertos sean más eficientes.

Los avances en telemetría seguirán creciendo y con ello se reducirá el desperdicio de alimentos, ya que se tendrán datos muy específicos de las necesidades de cada cultivo. Esto supondrá no sólo una reducción de desechos, sino también una mejora en la cadena de producción y ejecución, ya que se garantizará una cantidad de producción óptima y calidad del producto final que requiere el consumidor.

Hace veinte años Agrosat trajo a Chile las primeras cámaras espectrales para el agro y los primeros drones; incluso se podría decir que fue la primera startup agrícola en el país. Hoy, son una organización internacional (mexicana, alemana y chilena), controlada por uno de los mayores grupos económicos de México, se mantienen como el principal referente en la innovación con tecnologías de información y representan el 80% del total exportable de servicios tecnológicos para el sector, siendo reconocidos con el sello Marca Chile. Abastecen de soluciones a 14 países y trabajan en estrecha relación con compañías internacionales, líderes en la producción de agroinsumos y agroindustrias de primer nivel en cultivos estratégicos.

Como empresa han sido capaces no solo de posicionarse como un oferente de soluciones innovadoras sino ser capaces también de adaptarse al cambio, una de sus principales características. Así lo señala Francisco Matte, Director Ejecutivo de Agrosat, “en Agrosat, entendimos que el emprendimiento hay que hacerlo con innovación. Nosotros no somos una empresa oferente de drones, ni importamos tecnología, nosotros la desarrollamos. Nuestras soluciones pasan por un desarrollo, el cual se aborda con conocimiento, equipos propios y profesionales o bien, en una estructura colaborativa con consultores técnicos de primer nivel”, señala.

INTELIGENCIA ARTIFICIAL

La inteligencia artificial (IA) es cada vez más común en el sector, sin embargo, Matte duda de la real aplicación que tiene detrás de los servicios y desarrollos que algunos dicen tener: “existe un concepto errado de la IA. Se asume que es una prestación más de una tecnología, pero realmente es un concepto, una forma de pensar, analizar, y finalmente una forma de accionar”, explica.

En los últimos tres años, las herramientas de IA han entrado con mucha fuerza al modelo de negocios de Agrosat. “Hace años se vienen incorporando en nuestra investigación y desarrollos, saltando sobre cualquier nuevo método analítico en varias disciplinas como estadística, optimización, aprendizaje automático, aprendizaje profundo (deep learning), predicciones, entre otras”.

UN SERVICIO PARA CADA PROBLEMÁTICA

De acuerdo con Pablo Merino, líder de la Unidad Técnica Comercial de Agrosat, más allá de ofrecer un procesamiento de imágenes satelitales, Agrosat se enfoca en la personalización y el análisis técnico y profundo de las problemáticas de los clientes, para generar soluciones específicas y acotadas. Para esto, han implementado en sus servicios modelos, aprendizaje de máquinas (machine learning) y aprendizaje profundo para realizar clasificaciones de cultivos, entre otros objetivos. “Nuestra diferenciación radica en aplicar para cada requerimiento del cliente distintas metodologías con foco en resolver esa necesidad”, explica.

APRENDIZAJE DE MÁQUINA APLICADO: CASOS DE ÉXITO

Respecto al aprendizaje de máquina, Merino destaca tres experiencias relevantes que han resuelto problemáticas específicas del cliente.

1. GEOINSPEC en híbridos de maíz para BayerMonsanto

El objetivo del servicio fue identificar y caracterizar espacialmente las zonas más idóneas para establecer una serie de variedades de híbridos de maíz que la compañía está desarrollando, considerando condiciones edafoagroclimáticas y topográficas del sitio de interés. “En este caso desarrollamos un modelo probabilístico basado en resultados experimentales, procesamiento de geoinformación y modelación de variables biofísicas. Se utilizó la técnica de redes neuronales artificiales (neural networks) para construir el modelo”, explica Merino. El resultado final consistió en un mapa que indica las zonas donde había probabilidad de que el híbrido de maíz tuviese un buen rendimiento, las zonas donde había una probabilidad de tener un rendimiento moderado, y finalmente zonas donde definitivamente los híbridos no se podrían establecer porque el área no tenía idoneidad.

2. GEONET en diversos servicios para Netafim

Asociados con la empresa de riego Netafim, se han desarrollado varios servicios y experiencias. Uno de ellos es Geonet, basado en el servicio Geoinspec, que permite la caracterización agronómica de un terreno específico y ayuda a definir las zonas idóneas para cultivar una especie en particular. Gracias a este servicio, Netafim ha logrado llegar a nuevos clientes a través de un servicio customizado, confiable y específico para cada situación.

3. GEOCENSUS para avena y raps en Chile

Geocensus es un servicio de geomarketing que permite identificar espacialmente en número y localización, cultivos, frutales u otras explotaciones agrícolas. Este servicio se basa en un método de clasificación de cultivos, denominado ‘clasificación supervisada’, que utiliza tanto información satelital como levantamiento de geoinformación en terreno. El objetivo del servicio es determinar la superficie, de manera georreferenciada, de algún cultivo de interés con el fin de tener información más precisa y actualizada de la distribución y superficie asociada a este. Actualmente se está implementando este servicio en los cultivos de avena y raps, en donde también se incorporan diferentes técnicas de clasificación como máquinas de vectores de soporte, algoritmos de clustering y árboles de decisión.

TESTIMONIOS: EN VOZ DE LOS CLIENTES

• Sofía Escoto Data Science Specialist de Bayer-Monsanto
  Hemos decidido trabajar con Agrosat porque nos parece que su base científica es muy robusta, porque los servicios que ofrecen cubren un rango muy amplio en tiempo y escalas y eso nos lleva a que ellos sean un actor muy importante para nosotros en el juego de experimentar y generar innovación. Además, tiene mucha creatividad para flexibilizarse y encontrar la solución a la medida.

• Claudio Vásquez Gerente Comercial de Netafim
  Trabajar con los servicios de Agrosat nos permite hacer una propuesta de valor más completa y potente. Permite que nuestros productos, que son de muy buena calidad, tengan aún una mayor eficiencia. Agrosat tiene mucha experiencia y te ofrece servicios que están bastante probados, tiene una rapidez en la respuesta que con el tiempo ha ido mejorando notablemente, hoy día dan respuestas rápidas y certeras en tiempo y forma. También la tecnología que usan es de primer nivel y han ido evolucionando y mejorando en el tiempo.

• Carlos Sandoval Gerente de Administración, Finanzas y Abastecimiento de Empresas Agrotop
  Geosensus es una herramienta que le entrega información a toda la agroindustria y cadena de valor. Contar con una mejor visión de los volúmenes y superficie sembrada es información muy valiosa tanto para agricultores como para industria, dado que le da estabilidad al mercado. Agrosat ha sido un aliado estratégico en esta materia.

Sin lugar a dudas, la gran oferta de productos tecnológicos para el agro está cubriendo una importante necesidad en el sector. Sin embargo, hay un factor que suele quedar fuera en el diseño de estas soluciones y es la interconectividad que tienen los productos entre sí. Así lo señala Tomás Vicente, gerente comercial de WiseConn, empresa chilena con más de 15 años de experiencia y líder en el desarrollo de tecnología.

Una de las principales características de la agricultura es la necesidad de tomar decisiones a partir de múltiples variables, y para lograrlo, el agricultor puede implementar tecnología para saber qué pasa con variables como el suelo, el clima, el riego, la planta, entre otras. “Para eso hay un montón de sensores, pero uno de las grandes limitantes que se ha visto con la implementación de tecnología de información, es que estos sistemas no están interconectados unos con otros”, señala Vicente.

“Es decir, hay muy buenos programadores de riego y fertirriego, muy buenas estaciones meteorológicas, sensores de planta y sensores de humedad de suelo, pero cada uno trae su software, su sistema, y a la larga el agricultor tiene que llenarse de sistemas para poder tomar una decisión, cuando en realidad toda esta información tiene que analizarse en conjunto”.

UNA SOLUCIÓN INTEGRAL

En este punto es en el que WiseConn ha enfocado su esfuerzo en investigación para desarrollar una solución integral que simplifica la labor del productor y resuelve esta problemática a través de un solo software web.

“Nosotros somos una plataforma de gestión integral, resolvemos el problema de principio a fin, desde la generación y monitoreo de datos, su analítica, la definición de un plan de riego y finalmente su ejecución y el feedback”, explica Tomás Vicente. DropControl es un sistema que permite al agricultor tomar mejores decisiones respecto al riego y fertilización de su campo. El sistema está conformado por diferentes dispositivos colocados en terreno (hardware), y una página web o aplicación móvil (software) que analiza los datos recolectados y entrega toda la información y recomendaciones al usuario.

TECNOLOGÍA PATENTADA

WiseConn ha diseñado y desarrollado sus propios dispositivos para el monitoreo y control de riego agrícola, logrando patentar su tecnología. A través de éstos se pueden conocer diversos datos relacionados con variables agroclimáticas como temperatura, humedad relativa, precipitación, viento, radiación y evapotranspiración; variables de suelo como humedad, temperatura y salinidad; de riego como caudal, presión, variables eléctricas y fertilización y, finalmente, información propia de la planta como temperatura de hoja, dendómetros, NDVI, entre otros. Incluso tienen la solución para dar cumplimiento a la normativa DGA que obliga a todos que cuenten con pozos inscritos a medir el caudal y el nivel, reportando directamente a los servidores de la propia Dirección General de Agua.

Este potente y flexible hardware se combina un software web y una aplicación móvil de alto desempeño montado en servidores de Amazon Web Services (AWS), que ofrece la seguridad a los clientes de que el control y almacenamiento de los datos de su campo está resguardado y que le permitirá acceder en cualquier momento y lugar.

CONTROL EN MANOS DEL USUARIO

El software, por su parte, permite almacenar la información recolectada en terreno, analizarla y tomar el control de los componentes del equipo de riego. A través de la página web y aplicación de administración simple y amigable, se pueden consultar los programas de riego, informes, generar alertas y notificaciones, y controlar pozos, impulsiones, estanques y válvulas inalámbricas, entre otras.

Además, uno de los principales diferenciadores de DropControl es que cuentan con una API abierta, lo que permite enviar la información recolectada a diferentes softwares. WiseConn trabaja con más de seis compañías de software externo, expertas en Inteligencia Artificial (IA), que están conectadas con su sistema y con las cuales se realiza un intercambio de datos.

“La información es bidireccional, puede viajar a otros servidores y, de esa manera, un software tercero, define el plan de riego y luego devuelve ese plan a nuestro servidor. Desde nuestro sistema se administra la información a los dispositivos para que se encarguen de ejecutar el programa de riego de forma automática”, explica Vicente. De esta forma es que se logra cerrar integralmente el ciclo de gestión de riego: medicióninteligencia-ejecución.

Es decir, a pesar de que WiseConn tiene su propio software, el cliente tiene la libertad de elegir con qué sensor o actuador disponible en el mercado (con protocolo abierto) quiere trabajar y con qué software tercero quiere conectarse, lo cual amplía las opciones y, por lo tanto, también los beneficios.

“Entregamos una tecnología que les abre la posibilidad a los clientes en el futuro de poder resolver e interconectar esta inversión a otras tecnologías, no los coartamos ni bloqueamos. Creemos que tiene mucho más sentido que los clientes tengan más libertad”, enfatiza.

Finalmente, este sistema es flexible y escalable, es decir, se puede partir con un solo sensor de humedad de suelo, por ejemplo, y después pasar a control de riego. Uno puede armarlo de acuerdo a su preferencia e ir avanzando y agregando capas de información en la medida en la que se vaya necesitando más nivel de detalle.

EN PROCESO DE INTERNACIONALIZACIÓN

Actualmente, WiseConn cuenta con más de 3.000 usuarios, 1.500 campos, 10.000 dispositivos y cerca de 16.0000 válvulas en todo el mundo, destacando los mercados de Estados Unidos, Chile, Perú, México y Centroamérica. La compañía se encuentra en una potente fase de expansión en la que buscan llegar a mercados como Australia, Europa y otros dentro de Latinoamérica.

Para un país en el que la sequía no da tregua y un continente en el que el cambio climático merma la disponibilidad de agua, una herramienta que permite el ahorro de millones de metros cúbicos de este valioso recurso es como una mina de oro.

Las aguas superficiales, que riegan actualmente más de 160 millones de hectáreas a nivel mundial, se distribuyen principalmente vía canales de riego. Sin embargo, las pérdidas son aproximadamente de entre 20 y 70%, según estimaciones de CaptaHydro, debido a filtraciones en canales de tierra, robos, errores operacionales e ineficiencias generadas por una entrega con foco en la disponibilidad y no en la necesidad. Por eso, en menos de dos años, Capta Hydro -empresa que diseña, desarrolla y comercializa tecnologías innovadoras y accesibles para mejorar la distribución de agua- espera haber instalado unos cien dispositivos en Chile y otros países.

¿Cómo nació este inédito proyecto? La implementación de tecnologías de telemetría de caudales y la automatización de compuertas en los ríos, embalses y redes de canales, por raro que parezca, nació de la generación de energía. Emilio De la Jara, CEO de Capta Hydro, proviene de una familia de agricultores, por lo que el agua siempre fue un tema en su vida. Así es que cuando despertó su espíritu emprendedor aprovechó el recurso para desarrollar turbinas.

“Luego de trabajar durante varios años en DICTUC, decidí asociarme con mis actuales socios para generar energía con los canales de riego. Pero, al momento de instalar nuestra planta nos dimos cuenta de que era muchísimo más valioso lo que hacíamos en la medición de caudales que la misma turbina. Ahí fue que nos dimos cuenta que todo el mundo de la telemetría y la automatización era tremendamente caro y complicado”, recuerda De la Jara.

A la fecha, más de 70 equipos se han instalado tanto en Chile como en el sector de Baja California, en México. “Desarrollamos desde el hardware hasta el proceso de montaje. Nuestro equipo de telemetría reemplaza a la antigua estación de telemetría, por un dispositivo más pequeño que lleva en una caja todo lo que tenía una tremenda estación”, explica el CEO.

Mejor precisión y más cobertura es lo que promete este producto que resultó finalista en los Premios Avonni 2020. Ahora, en la empresa están desarrollando un nuevo equipo para poder medir cuánto flujo va por los canales. “No hay que hacer una gran obra civil para poder medir tu caudal. También tenemos equipos para medir agua en flujos presurizados, tenemos proyectos con Agrichile, con quienes tenemos diecisiete pozos por instalar, y otras empresas donde estamos midiendo los pozos para poder unificar la información. Hay muchas empresas agrícolas que optan por empezar a hacer pozos”, comenta el CEO de Capta Hydro.

USABILIDAD Y ALERTAS

En definitiva, este emprendimiento tecnológico ayuda a tomar decisiones que favorecen la eficiencia, la rentabilidad y la sustentabilidad ambiental. “El agua de los canales es muy barata pero se tiene poca certeza y con el agua de pozo tienes más certeza, pero no tienes información de cuándo encender la bomba de manera óptima. Con este equipo puedes saber cuándo se está secando”, detalla Emilio De la Jara.

El equipo de telemetría, diseñado en Chile y similar a una caja fuerte, actúa con baterías y energía solar, anclado a las obras civiles de las riberas de canales y cuencas. Una vez instalado, recoge información de las fuentes de agua mediante el software creado por Capta Hydro, generando datos tan útiles como flujo, altura del agua y caudal, entre otros, que le sirven tanto a los productores agrícolas como a otras personas que necesitan del agua para su negocio.

“Puedes acceder a la aplicación desde el teléfono mediante IOS y Android o desde cualquier computador y navegador web. Es bastante intuitiva, pero estamos permanentemente mejorándola y actualizándola, con ingenieros que están trabajando con la información”, explica el fundador de este sistema que ya tiene también grandes proyecciones en otros países.

Y es que las soluciones tradicionales de gran escala para aumentar la disponibilidad de agua, tales como nuevos embalses, trasvases entre cuencas, el revestimiento de canales de riego y la explotación de aguas subterráneas tienen importantes costos, tiempos de ejecución, impacto ambiental, social y limitaciones naturales. Así es que como más vale pájaro en mano…, mejor administrar el agua que ya se tiene.

El rango de soluciones de Capta Hydro es amplio, ya que pueden medir tanto dos litros por segundo como 35 mil litros por segundo. En realidad, el límite lo establece la obra civil. “Incluimos una serie de alarmas que los clientes pueden configurar, de manera que si el canal o pozo baja de una determinada cota puedas tomar acciones frente a eso. En un canal puedes detectar algún derrame o robo de agua. Todos esos movimientos raros son detectados”, afirma Emilio De la Jara.

AFORO DE CAUDALES

Además de solucionarle un problema crítico a los agricultores, el equipo de Capta Hydro trabaja con juntas de vigilancia, asociaciones de canalistas, empresas mineras y sanitarias. “Son todos los usos de agua los que queremos medir y juntar toda la información en un solo lugar”, declara el CEO de la startup.

Como complemento a la tecnología de Capta Hydro, la empresa hace asesorías para realizar mediciones de caudales puntuales con gran precisión. Los equipos de aforo químicos que utiliza Capta Hydro provienen de Suiza y tienen una precisión cercana al 3%, con una metodología de aforo con error inferior a 5%, lo que se compara favorablemente con la precisión cercana a 10% que ofrece la medición tradicional a través de molinete.

La generación de una curva de descarga toma cerca de dos horas por punto de aforo, y los resultados se visualizan de manera inmediata y transparente en el software Amaru, diseñado por la propia empresa. Una vez realizadas, dentro de cinco días hábiles se genera un completo informe con el detalle de las mediciones y las curvas de descarga correspondientes a la sección de aforo. Una solución ideal para canales de difícil acceso, ya que para hacer las mediciones el personal no debe ingresar al canal ni contar con estudios de la batimetría.

La disponibilidad de agua es todo un desafío. Por eso, la empresa continúa buscando nuevas soluciones que puedan traspasar las fronteras, para que el recurso hídrico se distribuya de manera más efectiva y esté al alcance de todos. “Porque con una población mundial en crecimiento, es importante que existan soluciones factibles, rápidas de implementar. Ese es el desafío que estamos tomando para poder exportar nuestras soluciones y ya estamos con licitaciones en Costa Rica y proyectos en Mendoza, Argentina”, concluye Emilio De La Jara.

Las Organizaciones de Usuarios de Agua (OUA) cumplen un rol fundamental en la gestión del recurso hídrico, ya que son las encargadas de su distribución. Pero para hacerlo de manera precisa y eficiente es fundamental que cuenten con tecnología, una gran tarea pendiente para muchas de ellas. Un caso de éxito en esa línea es el Embalse Ancoa de la VII región, el cual acumula agua de tres OUA: Río Ancoa, Río Achibueno y Canal Melado. Por ello es que adquiere gran relevancia contar con una medición precisa y confiable de los volúmenes que aporta cada uno. En la actualidad cuentan con la red de hidrometría de la DGA, que corresponden a estaciones ubicadas en los afluentes naturales principales, y una creciente red de telemetría en bocatomas e internas.

Según cuenta Carlos Diez, presidente de la Asociación Canal Melado, para la correcta distribución del agua es necesaria la medición de caudales en los afluentes que entrega la DGA, ya que ayuda a regular la distribución de toda la cuenca del río Maule: “Si a ella integramos una red de telemetría respaldo, nos da más tranquilidad”. Pero apuntan a su red de telemetría interna, ya que debido a su antigüedad varias de las estaciones DGA tienen fallas de transmisión que afectan el reparto diario y su control. “En el Canal Melado, al tener varios canales de trasvasijes a otras cuencas y ríos, con muchas aguas mixtas ya sean naturales o embalsadas, nos vemos obligados a tener puntos de control eficientes que nos respalden y permitan realizar una mejor distribución, como control. Nuestro proyecto es lograr a cinco años tener todos los canales principales y secundarios con telemetría y comando a distancia”, profundiza.

Este canal ha optado en primer lugar por la telemetría para luego sumar el telecomandado, tecnologías que para Diez es necesario que vayan de la mano. “Una forma en la que lo realizamos fue utilizando gran parte de la estructura que tenía el canal. Estando en buenas condiciones es posible implementar tecnología a un menor costo, que es un tema no menor al planificar y ejecutar cada proyecto”, comenta y agrega que el hecho de incorporar compuertas telecomandadas les ha permitido realizar regulaciones sin la intervención de celadores, los cuales están dedicados a trabajar al interior de las comunidades. Con este tipo de tecnologías es como a su juicio se puede mantener y dar seguridad respecto del volumen de agua que están repartiendo. Por ello es que ante la creciente escasez hídrica, las OUA no pueden quedarse atrás en cuanto a tecnología se refiere.

MÁS EFICIENCIA
La telemetría también es una herramienta importante para la Sociedad del Canal de Maipo, la OUA más antigua del país, la cual distribuye agua destinada a otros fines más allá del agrícola, tales como sanitarios, hidroeléctricos e industriales en la Región Metropolitana. El uso de este tipo de tecnología les ha permitido contar con información en línea de sus caudales más importantes. “Esto nos permite reaccionar con mayor rapidez y precisión y ofrecer un servicio de mejor calidad a nuestros usuarios. Lo anterior se traduce en un reparto más eficiente y ayuda a mantener una buena relación entre todos”, comenta Juan Carlos Berríos, gerente de Operaciones de esta entidad.

En este sentido añade que la implementación de esta tecnología y automatización se trata de un paso importante y necesario “Los beneficios de esto radican en ser más eficientes en el reparto del agua en nuestra red y debemos aprender a trabajar con esta nueva tecnología de manera tan segura como lo hemos hecho hasta ahora. Hay dos factores clave que se deben compatibilizar para llevarla a cabo: el monto de la inversión y el riesgo de vandalismo. Estamos avanzando de manera segura en su implementación”.

Como con todas las tecnologías, algo relevante es tratar de mantenerse a la vanguardia en su desarrollo. Según señala Berríos, en la Sociedad del Canal de Maipo llevan bastantes años implementando telemetría y en el último tiempo buscaron un nuevo proveedor. “La tecnología original que adoptamos presentaba muchas fallas y no estábamos de acuerdo con el servicio que nos prestaba nuestro antiguo proveedor. La búsqueda de uno nuevo nos llevó a la necesidad de actualizarnos. No es una decisión fácil, pero el parámetro es la confiabilidad del proveedor.

En este concepto entran varios factores, como la experiencia, presencia en el mercado, servicio de apoyo, compatibilidad tecnológica con equipos existentes, calidad de equipos ofrecidos y por supuesto que entra también el factor económico. De esta manera pensamos no habernos equivocado y que obtuvimos una relación de largo plazo”, indica. La gestión del agua es un aspecto fundamental en el día a día del rubro agrícola, donde cada eslabón de la cadena requiere cada vez más del uso de tecnología. Las OUA no quedan ajenas a este escenario, hoy el uso de telemetría y telecontrol es la base para lograr una gestión eficiente.

El Ministro (s) de Agricultura, Alfonso Vargas, encabezó junto al Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego (CNR), Federico Errázuriz, la entrega de bonificaciones de riego por $600 millones que beneficiarán a diez Comunidades de Aguas Subterráneas (Casub) de la provincia de Petorca en la región de Valparaíso.

“Hemos venido a la provincia de Petorca con una gran noticia que es la bonificación de proyectos que incorporan telemetría, tecnología de última generación, y que beneficiarán a diez comunidades de aguas subterráneas que en totalidad están compuestas por cerca de dos mil regantes”, afirmó el Ministro (s) de Agricultura.

Asimismo, destacó que “junto al Secretario Ejecutivo de la CNR anunciamos el lanzamiento de los Fondos Concursables para las Organizaciones de Usuarios de Agua (OUA), una nueva herramienta que tiene como finalidad transferir recursos que permitan financiar proyectos formulados por y para las propias organizaciones”.

Federico Errázuriz, Secretario Ejecutivo de la CNR, destacó que estos fondos están dirigidos a todas las OUA que se encuentran constituidas a lo largo del país y buscan fortalecer la gestión del recurso hídrico. 

“En esta etapa, nuestro objetivo es apoyar a las organizaciones con un monto máximo de $6 millones para la adquisición de bienes y asesorías profesionales -servicios técnicos, administrativos o legales, entre otros-. Creemos que de esta manera podemos fortalecer la capacidad de gestión de nuestros agricultores, por lo que pondremos especial énfasis en los pequeños productores”, explicó.

Asimismo, el Coordinador Zonal de la CNR en Valparaíso, Juan Alfredo Cabrera, añadió que gracias a su postulación al concurso de “Telemetría”, cuya apertura se realizó en diciembre de 2018, las organizaciones de usuarios de la región se beneficiarán de una inversión total de $743 millones, que contempla el centro de control de extracciones de cada Casub y el monitoreo de 124 puntos de captación. Así, podrán contar con información confiable y oportuna del comportamiento de los acuíferos, de manera de realizar una gestión que permita una explotación sustentable del recurso.